Sobre la necesidad de dar un festival sin picadores con novilleras que ya han debutado con caballos, en un pueblo que tradicionalmente celebra dos novilladas con jóvenes de las escuelas también se podría hablar bastante. Más aún visto el catastrófico resultado del festival, pero bueno, para qué entrar en más críticas, si con lo visto en el festival ya hay más que de sobra.
Con el cuarto y último novillo vimos lo “mejor” de la tarde, muy entrecomillado eso, ya que lo único que se vio fueron dos verónicas, dentro de un recibo de capote en el que Miriam Cabas fue incapaz de quedarse quieta, y dos series por el pitón derecho. Nada más. El resto de la lidia, igual de ridículo que todo lo que se vio el resto de tarde: una incesante lluvia de capotazos por parte de las cuadrillas, enganchones a diestro y siniestro, un tercio de banderillas catastrófico, y para colmo, la cuadrilla estaba tan ocupada dándole capotazos al novillo, que no permitieron a Emilio Espigares - sobresaliente del festejo - hacer un quite. Diecisiete minutos de faena, un único aviso, una estocada que hizo guardia, dos pinchazos, las dos orejas y el rabo. Y esto fue lo “mejor” de la tarde ¿entienden por qué lo entrecomillaba? Ni la propia novillera se creía los premios que le había concedido un palco que más bien era una tómbola.
Realmente no sé de qué faena hablar ahora, porque no sabría ordenarlas de mejor a peor. Supongo que la primera de la tarde pudo ser la otra “destacable”, tras cortarle Estrella Magán una oreja a un rajadísimo novillo - muy bien presentado, eso sí - que desde el inicio de la faena de muleta buscaba las tablas a la salida de cada pase. Antes de eso, pudo gustarse la novillera toreando a la verónica, y le dio una fea voltereta el de Castillo de la Reina a Miriam Cabas en un ajustado quite por tafalleras, además de poner a un apuro a Perucha en el tercio de banderillas. Tras tres pinchazos y una estocada entera, cortó la primera oreja de la tarde.
Prácticamente idéntico fue el comportamiento del segundo novillo, primero del lote de Miriam Cabas. Algo más pudo gustarse en el recibo de capa, pero rápidamente mostró el novillo que era igual de rajado que el anterior. Tras un aceptable quite por tafalleras de Emilio Espigares, dejó la novillera un buen inicio de faena con dos trincheras bastantes buenas. Y ya está, ahí se acabó lo bueno. El resto, una serie de muletazos insulsos, en una faena en la que mandó el novillo, y la novillera se dedicó a correr detrás de él por toda la plaza, pero como al parecer la función del palco es hacer felices a los novilleros, y no cumplir el reglamento, tras una estocada que hizo guardia y un auténtico sainete con la espada (pinchazos, descabellos y una estocada tendida y traserísima), se le concedió una oreja. Claro que sí.
Y del tercero de la tarde no sé ni qué decir: el único novillo que valía algo - no digo ni siquiera “mucho”, digo “algo” -. Un intento de recibo de capa por parte de Estrella Magán sin estarse quieta, un quite de Miriam Cabas exactamente igual, una única serie de muletazos al natural, una faena de medios pases, perdiendo pasos en todos los muletazos y en series eteeeeeernas e innecesarias. Se fue la novillera a por la espada cuando el animal tenía otra faena dentro. Y a partir de ahí, si todo había ido mal, ya ni les cuento: tres pinchazos, primer aviso, un arreón muy feo que pudo costarle mucho a la novillera, tres pinchazos más, segundo aviso, no sé cuántos descabellos, el apoderado pidiéndole al palco que por favor no sacara otra vez el pañuelo, tercer aviso, el palco ordenando que salieran los mansos, el puntillero dando cuchillazos sin miramiento, ejerciendo más de charcutero que de profesional taurino, la plaza gritándole absolutamente de todo… y en cuanto sale el manso, se echa el novillo, aplaudido en el arrastre por cierto.
FICHA DEL FESTEJO.
Plaza de Jerez del Marquesado. Festival sin picadores con motivo de las fiestas en honor a la Virgen de la Purificación, patrona del pueblo. Lleno hasta la bandera.
Cuatro novillos de Castillo de la Reina, de Lanteira (Granada), de excelente presentación. Primero, segundo y cuarto completamente rajados, sin casta ninguna y de escasa fuerza, pitados en el arrastre; algo mejor el tercero.
Estrella Magán: oreja y silencio tras tres avisos.
Miriam Cabas: oreja tras dos avisos y dos orejas y rabo tras aviso.